¿Cómo redactar una carta de despedida a un familiar fallecido?
Quizá puede pensar que cuando las personas mueren desaparecen para siempre y se pierde toda oportunidad de expresar algún sentimiento hacia tales personas. Lo cierto es que simbólicamente se puede mantener una comunicación con los difuntos y canalizar, de ese modo, su angustia ante la ausencia del familiar querido.
En esta oportunidad, la consigna que proponemos es redactar una carta de despedida a un familiar fallecido, como un motivo metafórico que represente el cierre del vínculo personal en este plano de realidad. En pocas palabras, haga de cuenta que su familiar continúa con vida y desea escribirle una carta para comunicarle sus sentimientos más profundos.
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No sienta vergüenza pensando que le escribe a la nada porque no es así. Si usted está convencido de que pierde su tiempo redactando una carta de despedida a un familiar fallecido, realmente será tiempo perdido, pero a veces en nuestros peores momentos necesitamos aferrarnos a un golpe de fe para que la vida transcurra lo más sanamente posible.
Si ya tomó la decisión de escribir una carta de despedida a un familiar fallecido, medite durante un rato su contenido. Rememore momentos, experiencias y vivencias con aquella persona. No se contenga los sentimientos a flor de piel, llore si lo necesita y consulte con personas de confianza sobre la manera de abordar la carta o diario, si así lo prefiere.
Realizar una lista de los temas a tratar en la carta puede ayudarle a estructurar más adecuadamente su contenido. Recuerde que es también un ejercicio de escritura, y no porque no sea leída por una persona viva merece de toda su dedicación y esfuerzo para que el resultado parezca una verdadera obra poética.
Redacte una carta a un familiar fallecido en 5 sencillos pasos.
Ahora sí, teniendo en cuenta esta serie de ítems puede comenzar a redactar la carta de despedida a un familiar fallecido.
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No se preocupe por la extensión.
Cuando empiece a redactar la carta de despedida a un familiar fallecido, si bien es bueno que tenga una estructura de los principales tópicos que va a tratar, deje que fluya la escritura en usted y no le ponga límite a su extensión. Como dijimos antes, puede escribir una carta o darle la orientación literaria de un diario.
A medida que vaya avanzando, descubrirá cosas de usted mismo que no había advertido en un principio, y liberar los sentimientos a través de la escritura le ayudarán a comprender muchos aspectos del vínculo que tenía con su familiar fallecido, lo que los unía y también las desavenencias, como en toda familia.
Sobre esas cuestiones, tiene que perdonar y perdonarse. Los humanos solemos creer que tendremos todo el tiempo del mundo para expresar tanto lo bueno como lo malo y luego la vida se nos va sin que podamos decir la mitad de las cosas que necesitábamos que supiera la otra persona, y a veces del otro lado ocurre algo similar.
Por eso es normal que percibamos la sensación de que nuestros familiares fallecidos nunca se fueron realmente y que su presencia permanezca en sueños. En algunas culturas se cree que los difuntos se manifiestan a través de los sueños para enviar mensajes a sus familiares vivos.
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Tome el tiempo que necesite para escribirla.
Desde el momento en que inicie la redacción de la carta de despedida a un familiar fallecido, sepa que no tiene un límite de tiempo para concluirla y puede dedicarle los momentos que necesite porque no solo le hará bien internamente comunicarse simbólicamente con su familiar y desahogarse, sino que es un excelente ejercicio de escritura y de memoria.
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Escribirla a mano.
Hay toda una mística de valor alrededor de la escritura a mano que supera el tipeado a máquina. El manuscrito en sí posee la sensibilidad del trazo de la persona, su impronta personal de la que carece la escritura a máquina. Lo automático es impersonal, carece de identidad más que su contenido. En cambio, el manuscrito posee identidad de contenido y de caligrafía.
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Exprese lo que sienta agradeciendo su vida y aprendizajes.
Dentro de los tópicos que no pueden faltar en la carta de despedida a un familiar fallecido están los agradecimientos por todas las experiencias de aprendizajes en vida que le brindó, traducidas en recuerdos y anécdotas. Puede relatar aquellas historias que hayan calado hondo en su memoria y que necesite expresar la importancia que tuvieron para usted.
No le recrimine el hecho de haberse muerto o no haberse cuidado, pero puede expresar sus desacuerdos de una manera educada. Al mismo tiempo le ayudará a reflexionar y comprender la muerte de otra forma menos dolorosa, no ya como el final de todo sino como la transición hacia otro estado de cosas en donde no se involucre la materia.
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Despídase de la persona como si aún estuviera presente.
Esto es muy importante, ya que usted no está escribiendo una redacción en tercera persona sino que se está dirigiendo hacia un interlocutor, así que a la hora de redactar la carta a un familiar fallecido una vez que ha expresado todos los tópicos apuntados en la lista, elabore una conclusión sentida en donde vuelque los mejores sentimientos hacia su familiar como si estuviera presente en la misma sala que usted.
De hecho, en cierto modo su familiar se encuentra presente de forma espiritual y le gustaría leer un final emotivo, pero optimista, que deje en claro los nuevos caminos que ambos empezaron a transitar a partir del momento de su partida.
En resumen, para redactar una carta de despedida a un familiar fallecido, escriba con un bolígrafo pluma sobre papel todos los sentimientos que su corazón desea que el otro sepa y que nunca se animó o tuvo oportunidad de decir antes de que se fuera del mundo de los vivos.
Cuando finalice la escritura, relea la carta como si se la estuviese leyendo a su familiar muerto, y luego pliegue la carta para guardarla en un cofre o cajón que hubiera pertenecido a su familiar difunto. A continuación, respire hondo y continúe realizando sus actividades con aire renovado.