6 Medidas de bienestar y salud laboral post Covid-19
La irrupción del COVID-19 en nuestra rutina diaria cambió los hábitos de manera exponencial, porque nos obligó a focalizar en la salud y en cuidados básicos de higiene personal que ya implementábamos, pero que en la prisa de nuestras labores dejaron de ser una prioridad porque no había una amenaza contagiosa de por medio.
Después de siete meses de alejamiento y medidas sanitarias extremas debido al COVID-19, la actividad laboral gradualmente se va habilitando, pero teniendo en cuenta una serie de cuidados muy estrictos para evitar la propagación del virus.
Estos cuidados son similares a los que ya se efectuaban desde el comienzo de la pandemia, pero con la diferencia que ahora es inevitable la interacción, y es necesario buscar la manera de adaptar el trabajo, sobre todo el esencial que obliga al trato con gente, no solo para reactivar la economía del país sino para garantizar el bienestar y salud laboral.
No hay que olvidar también el estrés generado durante el confinamiento que supuso la reducción al mínimo de las actividades laborales y la permanencia obligada en el hogar con una disponibilidad de tiempo superior a la acostumbrada.
Medidas esenciales para lograr bienestar y salud laboral frente al COVID-19.
Como es de esperar en el diseño de las medidas sanitarias, destinadas a proteger la salud de los trabajadores, las empresas e instituciones deberán hacerlas cumplir rigurosamente, a fin de que se eviten los riesgos propios de exposición frente al virus.
El incumplimiento de los protocolos de sanidad, además de generar un peligro para el equipo, será motivo de severas sanciones monetarias que deberán asumir las empresas si sus colaboradores desempeñan sus tareas, desprovistos de los insumos necesarios.
A continuación, le presentamos las medidas más importantes para frenar el avance del Coronavirus, a instancias de ofrecerle a usted un mayor bienestar y salud laboral.
1. Distanciamiento social en espacios cerrados.
Puede considerarse una medida esencial para evitar la propagación del virus, si el trabajador está obligado a asistir a las oficinas. Lo ideal es que cada empleado tenga su propia oficina acondicionada con los protocolos de sanidad correspondientes a las normas instituidas por el gobierno, como una higiene óptima de su escritorio de trabajo.
Debe contar con los recursos necesarios para desinfectar superficies y aparatos donde se pueda alojar el virus. Así como, higienizarse las manos constantemente, sobre todo después de entrar en contacto con otras oficinas, en caso de reuniones laborales, o cualquier otro espacio donde circule gente, como los ascensores, escaleras, baños, comedores, etc.
También, al lavado de manos, se puede agregar la sanitización con alcohol en gel o alcohol líquido mezclado en 30% de agua cada vez que lo requiera.
Y finalmente, luego de finalizar la jornada laboral “presencial” es conveniente tomar una ducha y poner a lavar la ropa utilizada (esto se debería hacer todos los días). Dichos cuidados garantizarán una mayor tranquilidad y seguridad a la hora de realizar tus actividades, por ende, un óptimo bienestar y salud laboral.
2. Uso de tapabocas en espacios cerrados o abiertos donde haya concentración de personas.
Si bien se ha discutido desde la medicina y la OMS sobre la real efectividad de los tapabocas, lo cierto es que no existe otra medida más eficiente para evitar las salpicaduras de saliva o secreciones nasales.
Se cuestiona que en lugar de prevenir el contagio genere algún tipo de intoxicación con dióxido de carbono, por el hecho de que en lugar de liberarlo se respira dentro del tapabocas.
Sin embargo, lo recomendable para no sufrir problemas por el uso prolongado del cubrebocas es utilizarlo sólo cuando haya personas alrededor. De estar solo, puedes tomar descansos y hacer respiraciones profundas. Mientras que, en lugares abiertos debes protegerte cuando hay personas cerca y es inevitable el contacto.
3. Suprimir el trabajo y las reuniones presenciales por “home office” y reuniones virtuales.
Durante los periodos en que se recrudece el impacto de la pandemia, debe considerarse suplantar el trabajo presencial por la modalidad virtual, ya que se reducirá visiblemente la cantidad de contagios y ofrecerá mayor seguridad sanitaria a los trabajadores.
Por supuesto que seguirá habiendo actividades esenciales que no admiten la modalidad virtual, como los trabajadores de la salud, pero lo ideal sería que se priorizara, en este área, atender a los casos de urgencia.
Las empresas e instituciones deberán garantizar la mayor seguridad para sus colaboradores, porque un trabajador que enferme por asistir a su lugar de trabajo, representará una pérdida económica y en productividad para las mismas; en cambio, si se adapta el trabajo a la experiencia virtual, el equipo podrá gozar de mayor bienestar y salud laboral.
4. Organizar charlas o conferencias virtuales motivacionales para trabajadores.
Una buena medida a implementar es que cada empresa e institución realice conferencias virtuales con el fin de motivar a los trabajadores a dar lo mejor desde sus casas, pese a las condiciones sanitarias propiciadas por la pandemia.
Es normal que se genere pánico al contagio, por esto es muy importante informar con claridad y calidad sobre el estado actual y evolución de la pandemia, evitando “sobreinformar”.
Una opción más adecuada es buscar ser lo más objetivo posible con respecto a las noticias sobre el COVID y brindar tranquilidad a los trabajadores.
5. Preservar la salud de los trabajadores con enfermedades de riesgo.
Es muy importante atender a las necesidades de los colaboradores más vulnerables a un posible contagio de COVID. Estos son los que presentan antecedentes de patologías que, en combinación con el virus podría representar un riesgo alto para sus vidas.
Como medida fundamental, estos trabajadores quedan eximidos de asistir a sus puestos laborales, reduciendo sus obligaciones únicamente a la modalidad virtual. Esta implementación aportará seguridad, bienestar y salud laboral a trabajadores en riesgo y mayor tranquilidad a las instituciones a cargo.
6. Contención a enfermos y familiares por COVID-19.
Debido a la propagación de la pandemia, es posible que en algún momento alguien de nuestro círculo familiar se contagie. Tanto si es la persona que trabaja como si es un familiar quien resulta positivo al COVID, se deberá extremar las medidas sanitarias aislando por 14 días al infectado del resto de los familiares sanos, a fin de que estos eviten entrar en contacto directo con el virus.
Si la persona contagiada presenta síntomas de gravedad, es indispensable que reciba atención hospitalaria.
El futuro con respecto al fin de la pandemia aún es incierto, ya que el mundo depende de las vacunas que se están desarrollando; sin embargo, podemos frenar el colapso sanitario y sobre todo el contagio de personas de riesgo implementando estos cuidados, cuyo objetivo principal es garantizar en todo momento el bienestar y salud laboral de la gente.