8 consejos para cuidar de tu bienestar físico y emocional

8 consejos para cuidar de tu bienestar físico y emocional

“Mens sana in corpore sano” reza la célebre frase en latín, pronunciada en las Sátiras de Juvenal, soslayando una verdad indiscutible que resalta la necesidad de albergar una mente sana en un cuerpo sano. De ahí la importancia de preservar la salud física y emocional como un todo complejo que funciona como un engranaje inteligente.

Es muy frecuente que se focalice en la salud física como si fuera la única responsable de mantener una salud óptima a nivel integral, mientras que la salud mental o emocional se relativiza o se pospone hasta que se necesita atención psicológica urgente, porque no se puede hacer frente emocionalmente a situaciones demasiado extremas. 

La salud mental y la física están estrechamente vinculadas, pues si una no es buena repercutirá negativamente en la otra y viceversa. Por eso, para promover un equilibrio entre bienestar físico y emocional, aquí te presentamos algunos consejos útiles que te ayudarán en el proceso.

1. Descansar de las tareas cotidianas al menos una hora al día y dormir cuando se necesite.

La rutina diaria puede ser estresante y la falta de descanso se materializa en síntomas físicos y también nerviosos. Por eso es muy importante saber poner un alto a las exigencias del trabajo y de los demás, relajar el cuerpo de las posturas de oficina o del trabajo manual que induzcan la aparición de contracturas y, a su vez, relajar la mente de las frustraciones recurrentes que puedan surgir.

Descansa y duerme cuando el cuerpo te lo pida, no sobreexijas más de lo que puede dar porque podrías generar insomnio, sonambulismo y toda clase de problemas relacionados con el sueño. 

2. Aprovechar el tiempo libre para compartir con la familia.

Debido a la velocidad de la rutina diaria, cada vez es más difícil encontrar un espacio ideal para compartir con los seres queridos (hijos, padres, matrimonio). Pero es imperioso reservar un momento para los afectos, porque son ellos nuestro cable a tierra cuando los pensamientos saturan la mente, perjudicando nuestro bienestar físico y emocional.

Se pueden aprovechar mejor los fines de semana que están más reservados a las reuniones familiares o sociales, en general con comida de por medio. 

3. Aprovechar el tiempo para uno mismo. 

También es muy importante dedicar tiempo para uno mismo realizando las actividades que más nos gusten. Puedes optar por ver tus películas y series favoritas, leer libros, hacer actividades al aire libre, dentro de lo permitido.

Dedícale unos minutos al día a la meditación, la cual es una buena terapia para mejorar el bienestar emocional. Tu mente estará fortalecida y libre de estrés acumulado, por lo que te sentirás con más ánimo para realizar nuevas actividades y crecer el autoestima. 

Entonces aprovecha para fijarte uno o varios propósitos vitales, pues tener una motivación a largo plazo favorece la salud mental. De esta manera, hacer cosas por disfrute te permitirá destensar los pensamientos relacionados con problemas rutinarios y sentir gradualmente un verdadero bienestar físico y emocional.  

4. Alimentarse adecuadamente.

  • Come siempre a las mismas horas. Sabemos que hoy en día esto puede resultar complicado debido a nuestro ritmo de vida, pero es conveniente que te esfuerces en conseguirlo. Saltarse una comida suele crear un efecto yo-yo, provocando que se consuma mucho más alimento del necesario en la siguiente comida.
  • Desayuna todos los días. El desayuno aporta a nuestro organismo la energía que necesita para estar activo durante la mañana y, además, ayuda a prevenir que se ingieran alimentos en exceso a lo largo del día.  
  • Evita “picotear” entre horas y, si lo haces, elige snacks saludables, como los frutos secos sin freír o una pieza de fruta que además de saciar, aportan nutrientes esenciales para su organismo.
  • Reduce el consumo de sal y de azúcar. Ambas sustancias se encuentran en exceso en los alimentos ultraprocesados e incrementan de forma considerable el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
  • Mantén tu organismo hidratado. Se recomienda beber diariamente dos litros de agua para eliminar toxinas, favorecer la digestión y evitar el estreñimiento. 

5. Modera el consumo de alcohol.

Si consumes alcohol, lo mejor es hacerlo de forma moderada, es decir, no más de una unidad diaria si eres mujer adulta o varón mayor de 65 años, o más de dos si eres un hombre adulto menor de 65 años. Una unidad de bebida equivale a un vaso de cerveza de tamaño medio o a una copa de vino.

6. Dejar de fumar o fumar menos.

El tabaquismo está vinculado a numerosas patologías, desde las cataratas oculares hasta el cáncer, cuyo riesgo se dobla en quienes tienen este hábito y llega a cuadruplicarse en los fumadores compulsivos.

Además, es responsable de más del 90% de muertes por enfermedades de obstrucción pulmonar crónica y aumenta el riesgo de cardiopatías y problemas cerebrovasculares.

Si fumas, debes ser consciente de que, además de estar dañando gravemente tu salud, también estás perjudicando la de tus seres queridos y conocidos, pues inhalan el humo de los cigarrillos y todas sus sustancias tóxicas de forma pasiva. 

7. Practicar un deporte o hacer ejercicio.

El deporte es uno de los pilares del bienestar físico y emocional. Si crees que no tienes tiempo o que tu forma corporal no es la adecuada, no te preocupes. El deporte está al alcance de cualquiera. 

Practicar diariamente una actividad física moderada y a largo plazo, como caminar a buen ritmo durante 30 minutos, tiene numerosos beneficios para la salud:

  • Te ayuda a mantener tu peso.
  • Contribuye a controlar el nivel de azúcar en sangre y reduce el riesgo de enfermedades coronarias. 
  • Favorece la calidad del sueño.
  • Reduce el riesgo de muerte prematura. 
  • Aumenta la autoestima y mejora la depresión. 

8. Mantener la higiene diaria y regular del cuerpo.

Por la cantidad de microorganismos que circulan en el ambiente, pero, además por la presencia del Coronavirus, es muy importante mantener una buena higiene personal y limpieza del hogar. 

Algunos consejos básicos ya los hemos señalado en artículos anteriores:

  • Lavarse las manos al llegar a casa, antes de comer y cuando hayas estado en contacto con animales. 
  • Ducharse diariamente, para controlar los gérmenes que puedan afectar tu piel. Se debe hacer tras practicar ejercicio físico y luego de volver del exterior, a fin de eliminar la sudoración y las bacterias que entren en contacto con la piel, evitando posibles infecciones, tanto superficiales en la piel como orgánicas. 

 

Como habrás visto, hay muchas y variadas alternativas para implementar en tu rutina diaria, si lo que estás buscando es disfrutar de un bienestar físico y emocional que te garantice una larga y placentera vida.