En 1946 la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la salud como un completo estado de bienestar físico, mental y social, y no únicamente la ausencia de enfermedades. Esta definición sitúa a la salud en un triángulo integrado por tres dimensiones: física, mental y social. Sin embargo, no fue hasta 1992 que la OMS amplió el concepto de holística agregando una nueva dimensión, la espacial, que hace referencia a armonizar con el medio ambiente para encontrar ese equilibrio integral del ser humano.
Dentro del estudio de la holística, no se puede hablar de salud si una de las dimensiones se ve afectada. Su filosofía esencial es la enseñanza de prácticas de una vida saludable.
El concepto de bienestar alude a la adecuada adaptación e integración de las dimensiones físicas, mental, social, espiritual y emocional a cualquier nivel de salud o enfermedad. Esto implica que se puede experimentar bienestar, estando enfermo o saludable. La salud no es perfecta, pero se encuentra dentro de una escala que clasifica a la salud en niveles.
Si bien lograr estos niveles saludables de bienestar holístico no es fácil, a continuación le compartimos una guía de consejos prácticos que puede incorporar para alcanzar un poco más de plenitud a su vida.
Con frecuencia consideramos el bienestar físico solo la parte que incluye el cuidado del físico y la apariencia, pero implica mucho más que eso, abarca la salud integral del organismo humano, desde una correcta alimentación hasta el buen descanso. Desde el punto de vista de la salud física podemos incluir los siguientes consejos:
En cuanto a la alimentación:
El bienestar emocional implica la capacidad de gestionar sentimientos. Esto significa identificar, evaluar y compartir de manera efectiva esos sentimientos con otras personas. Se trata de poder administrar emociones, sentimientos, impresiones personales que adquieren valor frente a los demás.
Muchas personas descuidan la salud emocional hasta que ya no pueden controlar sus emociones porque conciben erróneamente que se puede aguantar reprimiendo las emociones para que los otros no las vean bajo sus formas menos agradables. Lo cierto es que se debe atender a las preocupaciones, a fin de evitar que estas tomen el control sobre la persona.
Si busca mejorar su salud emocional, estos consejos le pueden ayudar:
El bienestar social gira en torno a conectar con otros para establecer relaciones positivas, y si estas fracasan, estarán orientadas a lidiar con los conflictos. El resultado de rodearse de personas que se preocupen por nosotros no puede subestimarse. Cuando las exigencias de la vida aumentan y aumenta el estrés, la capacidad de recurrir a alguien para pedir apoyo y comprensión es algo poderoso. La creación y desarrollo de estas redes requiere tiempo y energía, pero el trabajo vale el esfuerzo y seguirá siendo de utilidad a lo largo de nuestra vida.
Algunos consejos prácticos para fortalecer la dimensión social pueden ser estos:
El bienestar ambiental está relacionado con su entorno personal inmediato y la comunidad ampliada en donde usted vive y trabaja. Específicamente, el bienestar ambiental está determinado por la relación recíproca entre un individuo y su medio ambiente.
Con respecto a esta dimensión, le recomendamos enfocar en las siguientes cuestiones:
El bienestar holístico tiene un significado diferente para cada persona, y disfrutar de una vida plena le da a cada persona la capacidad de alcanzar sus objetivos personales. Después de todo, cuando le da valor a su cuerpo, mente y alma holísticamente, puede perseguir y cumplir sus metas con menos resistencia.