Para tener una vida larga y plena de la que las personas puedan sentirse orgullosas, disfrutando de la compañía de sus seres queridos y de una salud integral óptima, es fundamental crear las condiciones necesarias para que esto ocurra durante el transcurso de la juventud para llegar bien a la tercera edad. Sobre cómo se percibe la calidad de vida en la vejez en Ecuador estaremos hablando en este artículo.
Según los datos más recientes del Instituto de Estadísticas y Censos (INEC), la población de adultos mayores en Ecuador llegará a finales de 2021 a 1, 3 millones. Esta cifra se traduce a un 33% más que en 2010, año en que se realizó el último censo de población y vivienda en el país.
Estos datos evidencian un notable incremento del número de adultos mayores en Ecuador. En otras palabras, en el último año hay más personas que llegan a la tercera edad y viven más tiempo que hace diez años.
Este aumento de adultos mayores en Ecuador supone una doble perspectiva positiva y negativa. La positiva reside en el hecho de que se ha incrementado exponencialmente la expectativa de vida en la población ecuatoriana en la última década, porque hay mejores recursos en infraestructura sanitaria, tecnologías de aparatología y ciencia médica para producir tratamientos más efectivos y cirugías menos riesgosas.
Esto genera que los adultos mayores estén mejor asistidos y tengan más posibilidades de superar una enfermedad, que años atrás la carencia de tratamientos revolucionarios para la medicina que hoy existen reducía bastante la esperanza de vida cuando un adulto mayor se enfrentaba a una enfermedad con cierto índice de mortalidad.
El envejecimiento de la población es, sin embargo, un fenómeno global. Para 2050 se calcula que 2.000 millones de personas tendrán más de 60 años, en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este sentido, la entidad aseguró que el avance de la medicina favoreció esta reducción de la mortalidad en adultos mayores.
La perspectiva negativa radica en que si bien los adultos mayores viven más, no todos pueden disfrutar de una óptima calidad de vida en la vejez en Ecuador, ya que muchos de ellos padecen una precarización de sus ingresos a medida que envejecen.
Entre los 66 y los 85 años de edad los ingresos bajan de USD 362 a USD 144, ya que no existen fuentes de empleos ni programas orientados a mejorar el nivel adquisitivo de ese segmento precarizado de la población. En consecuencia, un porcentaje elevado de la población dentro de la tercera edad vive debajo de la línea de pobreza por esta causa.
Sin duda, el aumento de la expectativa de vida en el adulto mayor significa un avance en la búsqueda de calidad de vida en la vejez en Ecuador. No obstante, ¿de qué vale vivir mucho si no se tiene bienestar?
Muchas de las personas que precisamente ven sus recursos reducidos con el paso del tiempo son las que comienzan a sufrir este tipo de violencia, porque, al mismo tiempo, suponen más un gasto para la familia que un aporte. Además, la misma familia tiende a buscar administrar su capital de acuerdo a las propias consideraciones que a las del familiar adulto mayor.
Lamentablemente esta es la realidad que se está empezando a percibir en relación con la calidad de vida en la vejez en Ecuador cuando los adultos mayores se convierten en una carga social para sus familiares que no pueden lidiar con el compromiso que significa brindarles la asistencia adecuada sin descuidar su propio hogar.
Hay que tener en cuenta que el ritmo de vida contemporáneo exige un nivel de productividad y consumo muy alto, y los adultos mayores no son considerados productivos, consumen recursos, pero consumen menos elementos del mercado en relación con las personas jóvenes y de mediana edad.
Por causa de promover esta cultura de la juventud eterna, los adultos mayores pagan un alto precio por envejecer, y muchos terminan sus días olvidados en los asilos, sufriendo algún tipo de demencia o depresión.
En retrospectiva, la esperanza de vida de los adultos mayores aumentó, no solo en Ecuador sino también en el mundo. Esto produjo diversas respuestas del entorno social para balancear esta “longevidad prolongada”, y, en muchos casos, no fueron positivas, llegando a empobrecer la calidad de vida en la vejez en Ecuador.
Es deber de la sociedad en su conjunto, empezando por la familia, modificar esto promoviendo la integración de los adultos mayores a las actividades que realizan sus familiares más jóvenes y nunca recriminarles sus limitaciones o debilidades propias de la edad. Tenga en cuenta esto y verá cómo adquiere autoconfianza e independencia, pero es necesario convencerlos del valor que tienen como personas.
Dedique parte de su tiempo para proveer cuidados a sus familiares adultos mayores o simplemente hablar con ellos para evitar la depresión por causa de la soledad. Busque el equilibrio entre proporcionarles atención y afecto sincero, y enseñarles a adquirir cierta autonomía.
Por último, mantenga un control estricto de la alimentación y medicamentos que consumen, y fomente el aprendizaje de algún nuevo talento o conocimiento que mantenga sus funciones cognitivas saludables.
Para finalizar, diremos que si bien la calidad de vida en la vejez en Ecuador no es la ideal por los diversos factores mencionados que la vulneran, aún no es tarde para impulsar el cambio, en pos de que nuestros familiares adultos mayores tengan un mejor mundo para transitar la última etapa de sus vidas.