Canoterapia: el poder sanador de los perros en tiempos de duelo

Canoterapia: el poder sanador de los perros en tiempos de duelo

Hay silencios que lo dicen todo. Miradas que consuelan sin pronunciar una sola palabra. Así es la presencia de un perro cuando percibe nuestro dolor: paciente, leal y profundamente compasiva. Esa conexión especial entre humanos y perros, que ha acompañado a la humanidad por miles de años, hoy es también una herramienta poderosa para sanar: la canoterapia.

En los momentos más duros, cuando las palabras sobran y el corazón pesa, un perro puede convertirse en un refugio emocional. Con su sola presencia nos recuerdan que, incluso en medio del dolor, aún hay amor, ternura y calma.

Más que una caricia: una terapia con propósito

La canoterapia, también conocida como terapia asistida por perros, es mucho más que pasar tiempo con un animal. Es una disciplina que combina la ciencia con el afecto, integrando conocimientos de psicología y biología con un entrenamiento especializado que comienza cuando el cachorro tiene apenas dos meses de edad.

Cada perro de terapia es seleccionado cuidadosamente por su carácter y temperamento, y entrenado bajo un enfoque etológico y conductual. Este proceso asegura que pueda interactuar con personas en contextos sensibles, ofreciendo un apoyo emocional genuino y seguro.

Las sesiones son siempre diseñadas y supervisadas por un profesional de la salud con experiencia en este tipo de intervenciones. Los objetivos pueden ser diversos: desde mejorar funciones físicas y cognitivas, hasta ayudar en la recuperación emocional y social.

Un vínculo milenario que hoy sana

La relación entre humanos y perros tiene raíces muy antiguas. En sus orígenes, fue una alianza basada en la supervivencia: ellos nos ayudaban a cazar, proteger el hogar y cuidar los rebaños; nosotros les ofrecíamos alimento y resguardo. Con el tiempo, ese vínculo se transformó en afecto mutuo.

En 1969, el psicólogo Boris Levinson publicó Psicoterapia infantil asistida con animales, un libro que cambió la forma de entender la interacción humano-animal en la salud mental. Levinson observó cómo sus pacientes infantiles mejoraban notablemente al interactuar con su perro, abriendo así el camino para la Terapia Asistida con Animales (TAA).

Poco después surgieron organizaciones como Pet Partners e IAHAIO (International Association of Human-Animal Interaction Organizations), que han impulsado la investigación y formación en este campo. En España, la Fundación Bocalán y el Centre de Teràpies Assistides amb Cans (CTAC) se convirtieron en referentes, inspirando programas en toda América Latina, incluido Ecuador.

Tres caminos para ayudar

Dentro de la Intervención Asistida con Animales (IAA), existen tres modalidades principales:

Terapia Asistida con Animales (TAA)

Intervención con objetivos terapéuticos claros, dirigida por un profesional de la salud y con resultados medibles. El perro es parte integral del proceso de tratamiento.

Educación Asistida con Animales (EAA)

Intervenciones con objetivos educativos (por ejemplo, mejorar lectoescritura o razonamiento lógico), guiadas por docentes especializados.

Actividades Asistidas con Animales (AAA)

Experiencias motivacionales, recreativas o de bienestar sin un plan clínico formal, conducidas por entrenadores o voluntarios. Aportan valor emocional y social.

Los beneficios de la canoterapia

A nivel emocional y psicológico

Reduce el estrés y la ansiedad al disminuir el cortisol e incrementar la oxitocina; mejora el estado de ánimo y alivia síntomas de depresión; fomenta empatía y compasión (especialmente en niños); rompe bloqueos emocionales y facilita la expresión del dolor; aporta compañía y combate la soledad.

A nivel físico

Favorece la actividad física, ayuda en rehabilitación motora (coordinación, equilibrio, ritmo) y contribuye a la salud cardiovascular e inmunológica.

A nivel social

Funciona como facilitador social: impulsa conversaciones, reconstruye vínculos y ayuda a crear nuevas conexiones en entornos de apoyo.

Cuando el corazón está de duelo

Perder a alguien que amamos deja un vacío inmenso. En ese escenario, los perros tienen una capacidad innata para detectar nuestro dolor y ofrecer un acompañamiento silencioso pero constante. En el duelo, la canoterapia puede ofrecer apoyo incondicional, calmar la mente y el cuerpo, romper el bloqueo emocional, devolver propósito y rutina, y fomentar la resiliencia.

El duelo por la pérdida de una mascota

La muerte de un animal de compañía puede ser tan dolorosa como la de un familiar cercano. La canoterapia y las terapias grupales —como el psicodrama— ayudan a revivir recuerdos, aceptar la partida y despedirse de forma saludable, integrando cuerpo, mente y emociones. Compartir con personas que entienden ese vínculo ofrece un espacio de comprensión y respeto mutuo.

Chubby: un ejemplo que inspira en Ecuador

En Guayaquil, el Parque de la Paz ha llevado la canoterapia a un nivel único: acompañar a familias en duelo durante velaciones y ceremonias. El protagonista de este programa es Chubby, un perro Terranova entrenado para ofrecer consuelo con serenidad y cercanía.

En una ocasión, un grupo de jóvenes permanecía callado, mirando sus teléfonos en una sala de velación. Chubby se acercó con calma, recibió caricias y, poco a poco, las conversaciones comenzaron. Recordaron a su abuelo, sonrieron, lloraron… y el ambiente cambió. Más de 300 familias han vivido experiencias similares gracias a este servicio.

Canoterapia en Parque de la Paz: sanando con ayuda de nuestros perros

CANOTERAPIA: sanando con ayuda de nuestros perros. Nuestras mascotas terapéuticas pueden ayudarte en tu proceso de sanación después de un velorio y sepelio.

En La Aurora y La Alborada, sabemos que enfrentar la pérdida de un ser querido puede ser abrumador. Por eso, hemos creado un programa único de soporte emocional: la Canoterapia, un espacio donde los perros de terapia se convierten en aliados en tu proceso de duelo y sanación emocional. Su compañía silenciosa, paciente y respetuosa facilita que cada familia transite el dolor con más calma y contención.

Retos y futuro de la canoterapia

Aunque sus beneficios son ampliamente reconocidos por familias y profesionales, aún existen desafíos: se requiere fortalecer la evidencia científica con estudios más robustos y superar barreras normativas en algunos centros de salud. Aun así, la canoterapia avanza como complemento valioso a la medicina y la psicología tradicionales.

Un puente hacia la esperanza

La canoterapia nos recuerda que sanar no siempre implica palabras o tratamientos complejos. A veces, basta la presencia cálida de un perro, su respiración tranquila y el peso de su cabeza sobre nuestras manos para encontrar un poco de paz. En tiempos de duelo, estos compañeros de cuatro patas no borran la pérdida, pero sí nos ayudan a transitarla con más fuerza, ternura y esperanza.

Parque de la Paz: acompañamos tu proceso

En Parque de la Paz entendemos que el duelo necesita tiempo, respeto y compañía. Por eso, además de ofrecer espacios dignos y servicios funerarios integrales, innovamos con programas como la canoterapia para brindar consuelo real a las familias. Conoce más en parquedelapaz.com.