¿Qué son las ceremonias funerarias?

¿Qué son las ceremonias funerarias?

Conozca qué son las ceremonias funerarias, cuál es el propósito de estas y cómo pueden contribuir en el proceso de duelo tras la pérdida.

Existen muchas maneras diferentes de comprender una ceremonia funeraria, según las creencias individuales de su familia, su cultura, religión y antecedentes. Las distintas tradiciones de todo el mundo mantienen sus propias prácticas de luto y honras fúnebres, las cuales ayudan a brindar contención, afecto, respeto y tranquilidad durante los momentos más cruciales del duelo tras una muerte de un ser querido.

Cuando perdemos a alguien que significó mucho para nosotros, buscamos todas las posibilidades de seguir recordándolo y conmemorar lo que fue en vida, rodeado de las personas que conoció en sus mejores años. Aunque no entendamos el porqué de la pérdida, podemos homenajear a la persona fallecida brindando un servicio fúnebre que asegure su descanso eterno. 

Una ceremonia funeraria es una excelente oportunidad para honrar sus logros y virtudes, antes de dedicarle el último adiós. En este artículo, comprenderá qué son las ceremonias funerarias, cuál es su propósito y cómo ayuda a las personas en el proceso de duelo y sanación. 

¿Qué es una ceremonia funeraria?

Las ceremonias funerarias son la forma de expresar sentimientos de amor, agradecimiento y admiración hacia los seres queridos fallecidos. Asimismo, ayudan a cerrar el ciclo de la vida a través de una despedida conmemorativa que convoque a las personas más cercanas al entorno de la persona difunta.

A menudo, el término clausura se utiliza para describir el propósito de un funeral. Este cierre o despedida a través de la ceremonia fúnebre es una especie de idea indefinida, en donde no existe un manual para determinar cuándo se ha logrado la superación de la muerte o si esta llegará algún día. Más bien, las ceremonias funerarias pueden ayudar a proporcionar un sentido de la realidad y hacer que el dolor se sienta más tolerable para dar el siguiente paso en el proceso de duelo. 

El cierre no se trata de terminar el duelo. Cuando perdemos a seres queridos, podemos seguir extrañándolos y lamentando su pérdida de muchas maneras a lo largo de nuestras vidas. De hecho, el cierre se trata de aceptar que la pérdida ha sucedido sin que pudiéramos evitarlo y abrazar las emociones que acompañan a esa verdad. 

¿Cuál es el propósito de las ceremonias funerarias?

Las ceremonias funerarias buscan homenajear a la persona fallecida como si aún estuviese viva, pero teniendo presente que ha abandonado el plano físico para trascender en el plano astral. Independientemente de las creencias de cada persona al momento de perder a un ser querido, todos los familiares desean brindarle una emotiva despedida simbólica de su vida en la tierra para darle la bienvenida a su última morada.

A continuación, añadimos algunas ideas más sobre lo que implica realizar una ceremonia funeraria.

1. Honrar la vida de un ser querido.

Cuando perdemos a un ser querido, las ceremonias funerarias nos ofrecen la oportunidad de celebrar su vida, conocer más a las personas que se relacionaron con él mientras vivió, la importancia que tuvo para la familia, los proyectos que logró y quién fue como ser humano. Todos estos aspectos adquieren mayor importancia una vez que sentimos ese espacio vacío. Una ceremonia funeraria permite repasar, a través de las anécdotas y recuerdos en torno al fallecido, los momentos más felices.

2. Ayudar a los familiares a procesar la realidad.   

Ante la realidad de la pérdida, los familiares entran generalmente en shock y les lleva cierto tiempo procesar el duelo de forma positiva. Los dolientes atravesarán cada etapa del proceso de duelo, pero la sanación y aceptación final de la muerte dependerá en gran medida de cómo sea la despedida del difunto. Por este motivo, las ceremonias funerarias son clave para darle ese cierre a la vida terrenal del ser querido y aceptar que vive en un plano intangible.

Optar por una ceremonia fúnebre proporciona una catarsis emocional que moviliza internamente a los familiares, dándoles la oportunidad de expresar su dolor sin vergüenza, porque todos los congregados al funeral lo estarán haciendo. Ese espacio de recogimiento y llanto está más permitido que nunca, y ayuda de manera notable a sobrellevar mejor el duelo en las primeras etapas. 

Después de la ceremonia, aunque se continúe sintiendo tristeza, el impacto de la angustia se reduce y se produce una liberación emocional, que deja atrás sentimientos destructivos como la culpa, la ira, el resentimiento y el miedo.

3. Recordar los mejores momentos.  

En muchas culturas es tradicional compartir buenos recuerdos e historias de la vida cotidiana de una persona. Suelen ser anécdotas divertidas o felices, inspiradoras o de esas que hablan de los mejores aspectos de su personalidad única. Recordar quiénes eran puede ayudar a ofrecer una sensación de alegría, brindar algo de paz y consuelo, permitiendo que el día se sienta como una celebración de su vida. 

4. Conectar con las otras personas que comparten el dolor.  

Una cierta parte de la ceremonia fúnebre es para aquellos que están de duelo y luto, así como para el individuo que está siendo honrado. Al congregarse con otras personas que comparten su amor y pérdida, puede ayudar a sentirse contenido y conectado con una comunidad más grande. El duelo y la pérdida pueden potenciar el aislamiento, pero las ceremonias funerarias (virtuales o en persona) constituyen una buena alternativa para manifestar apoyo a los demás y disfrutar del apoyo que pueden compartir con usted. 

5. Tener la oportunidad de decir adiós.


Muchas veces no tenemos la oportunidad de decirle adiós a un ser querido antes de morir, porque son realmente pocas las personas que coinciden justamente para escuchar las últimas palabras del moribundo y este de los sobrevivientes que se reúnen en torno a su lecho de muerte. Suele ser frustrante y la pérdida más dolorosa cuando el ser querido muere sin testigos, aunque haya estado acompañado por cuidados paliativos durante la agonía.

Las ceremonias funerarias apuntan a alcanzar esa cuenta pendiente de dar el último adiós, aunque sea de manera simbólica en una conmemoración solemne para que los más allegados al fallecido se congreguen a despedir sus restos, lo lloren y recuerden lo mejor de su vida.

En conclusión, a lo largo de este artículo, hemos conocido el valor agregado que aportan las ceremonias funerarias a las personas que sufren la pérdida de un ser querido. Permiten honrar su memoria, conectarse con otras personas del entorno del fallecido, recordar los mejores momentos y despedirse. Y en última instancia, ayuda a procesar la realidad para que sea más llevadera y el duelo menos doloroso.

Checklist: ¿Cómo planificar un funeral?