Se ha hablado infinidad de veces de la muerte digna como algo necesario para muchas personas que desean ponerle fin a su largo sufrimiento tras una penosa enfermedad que los llevó a un estado terminal. Como se trata de un dilema ético intervenir para acelerar la muerte de las personas agonizantes, a menudo se confunde este derecho a la muerte digna como una apología de la eutanasia.
Pero lejos de tratarse de una defensa de la eutanasia, el derecho de la muerte digna busca que la persona pueda decidir de forma anticipada la forma en que desea ser asistido el resto de sus días: el tipo de tratamiento que recibirá o no, los profesionales que se encarguen de garantizarle su mayor bienestar, entre otras funciones.
Esta forma de planificar la propia muerte, de modo que sea lo más dignamente posible, es lo que se conoce como testamento de voluntades anticipadas.
Lo que se busca es que las personas mueran con dignidad y lo hagan en el tiempo que les corresponde. El testamento de voluntades anticipadas se aplica cuando ya no hay solución posible para mejorar la calidad de vida de la persona enferma o mutilada.
En un artículo anterior, explicamos el concepto del testamento vital o de voluntades anticipadas, en el cual te presentábamos un modelo de testamento para orientarlo durante el proceso. En esta oportunidad, le explicamos paso por paso lo que debe cumplir al realizarlo.
No es una novedad que para cualquier trámite o documento la persona que lo realice debe ser necesariamente mayor de edad. Una de las razones por las que debe ser mayor de 18 años para realizar el testamento vital o de voluntades anticipadas es que debe estar ser una persona lo suficientemente madura mentalmente y emocionalmente para decidir sobre su muerte en el futuro.
En relación con lo anterior, un segundo requisito al momento de planificar la muerte con la redacción de un testamento de voluntades anticipadas es que la persona otorgante esté cuerda y sus facultades mentales estén en óptimas condiciones. Es decir, que sea consciente y esté seguro de lo que está redactando por tratarse de un documento con carácter de declaración jurada.
El representante del otorgante es quien interpreta y aplica lo pronunciado en el documento, como una suerte de “abogado'' del interesado que interviene para que se haga valer su disposición ante las personas que están a su cargo. Es la figura de más poder después del otorgante, ya que si algo en el documento no está del todo claro, el representante puede despejar todas las dudas y hacer cumplir las disposiciones del otorgante.
La redacción de este documento tiene que ser formal y dejar sentado expresamente lo que desea que se disponga con su persona cuando ya no esté en condiciones físicas para valerse por sí mismo debido a una enfermedad crónica o condición inhabilitante.
En este documento podrá expresar que no desea una asistencia mecánica respiratoria si su vida dependiera de ello. Tiene el derecho de expresar esta voluntad conforme sienta que la vida merece vivirse plenamente o no vivirse.
El hecho de que solicite la quita del soporte vital cuando ya no pueda mantenerse vivo por sí mismo, no implica que no pueda recibir otro tipo de cuidados paliativos para mejorar su condición física, como por ejemplo, la reducción del dolor crónico por la metástasis de un cáncer en su última etapa. Estos cuidaddo no curan ni alargan la vida, pero disminuyen el sufrimiento causado por los síntomas causados por un padecimiento terminal.
La última parte del testamento de voluntades anticipadas abarca el registro de la fecha de expedición del testamento que deje constancia del tiempo en que fue presentado. A la vez, dentro del documento deberá figurar las firmas del otorgante (la persona que realiza el testamento), el representante que habla a través de él y finalmente los 3 testigos.
En líneas generales, el documento que hemos conocido como testamento vital o voluntades anticipadas le permitirá planificar la muerte, de modo tal que pueda elegir el modo en que desea transcurrir sus últimos momentos, sin la asistencia médica cuando usted considere que es el momento ideal, pero tratando de que se le permita vivir de forma consciente y lúcida el mayor tiempo posible.