¿Cómo organizar los gastos personales para planificar la vejez?

¿Cómo organizar los gastos personales para planificar la vejez?

A lo largo de nuestra existencia, nos preocupamos por adquirir cierto nivel de vida que nos permita realizar todas las metas que ambicionamos porque creemos que nos esforzamos lo suficiente para lograrlo.  A veces son tantas las cosas que queremos conseguir y que planificamos que no sabemos si podremos con todas ellas.

Por esta razón es que debemos pensar en organizar los gastos personales, sean muchos o pocos, a fin de que tengamos una contabilización de todo lo que gastamos en un cierto periodo de tiempo, por ejemplo, gastos por mes, por año, a una década, a veinte años, etc. Porque, de lo contrario, gastaremos más de lo que suponemos, y entonces los gastos personales serán iguales o superiores a los ingresos. 

Por consiguiente, no podremos hacer todo lo que deseamos porque nos quedará poco dinero debido a que nos sobrepasamos con los gastos personales. En lugar de gastar ciegamente creyendo que siempre nos quedará, nos tomemos el tiempo de organizar los gastos personales por orden de prioridades y así lograremos calcular lo que nos queda y cómo planificar estos para la vejez. 

Ahora bien, el primer paso para organizar los gastos personales para planificar la vejez es ordenarlos en distintas categorías, desde los gastos por necesidades básicas hasta aquellos que involucran necesidades secundarias y terciarias. A continuación, le mostramos cómo hacerlo.

  •  Gastos de alimentación. 

Los gastos personales por alimentación incluyen los gastos de alimentación diaria y también aquellos que son apartes, como ir a los restaurantes, bares,dentro y fuera de la ciudad. Aquí usted deberá calcular cuánto gasta por día y en qué alimentos para sustentar su dieta, mas el agregado de lo que paga en “comer afuera” y con qué frecuencia lo hacen. 

Las personas más jóvenes pueden seguir una rutina más activa en cuanto a consumir en restaurantes que las de más edad; sin embargo, los adultos mayores con el tiempo se ven obligados a cambiar sus dietas por otras más saludables, de acuerdo con el estado de su organismo, lo cual puede implicar un gasto extra en alimentos más caros que se consiguen, por ejemplo, en las dietéticas.     

  •  Gastos de vestimenta. 

Los gastos en vestimenta están dentro de los considerados primordiales como la alimentación, salud y seguridad, y representan, por lo general, ⅓ del total de los gastos personales de las personas. Con el tiempo, este número puede disminuir, ya que los adultos mayores tienden a gastar menos en vestimenta y optan por cuidar la ropa que poseen, haciéndola durar hasta sus últimos días.

  •  Gastos de salud: servicios médicos y medicamentos.

Estos gastos constituyen uno de los más importantes y tienden a aumentar a medida que la persona envejece. Incluye los servicios médicos de distintas áreas como odontología (una de las prestaciones más caras), oftalmología, laboratorio y análisis clínicos, fisioterapia y kinesiología, servicio de internación y cirugías, tomografías y rayos X, etc., todas estas incluidas dentro de las prestaciones de las distintas obras sociales. 

Cuando se es joven, si bien ya cuenta con la obra social para utilizar ante cualquier eventualidad, no es sino hasta que la persona se hace mayor que comienza a hacer uso efectivo de estas prestaciones, casi de manera permanente, ya que el adulto mayor se ve obligado a realizarse controles médicos periódicos. Por consiguiente, gasta más en estos servicios.

Otro gasto aparte dentro de la salud es el que se hace en medicamentos, que en la mayoría de los casos representa un porcentaje alto por año, más que los servicios hospitalarios, porque luego de la internación constituye el servicio más lucrativo en tratamientos domiciliarios, temporales y permanentes. Por desgracia, hay medicamentos que no están cubiertos por las obras sociales y deben pagarlos los usuarios de su bolsillo. 

En consecuencia, a la hora de planificar los gastos personales para la vejez, los gastos en salud son los más caros y donde posiblemente será cuando más tenga que invertir para garantizar una salud óptima y duradera.

  •  Gastos de vivienda: mantenimiento de la vivienda e impuestos. 

También los gastos en vivienda y todo lo que implica mantenerla en condiciones representa un gasto personal importante. A eso hay que sumarle los impuestos o gastos de expensas, en caso de alquileres, que elevan aun más los gastos personales. Tendrá que considerar entonces dónde y bajo qué condiciones de vivienda vivirá en la vejez para calcular el gasto que supondrá. No olvide que el adulto mayor necesita más comodidades y atención que una persona joven.  

  •  Gastos de educación: arte y espectáculos, actividades recreativas, educación para la tercera edad. 

Este tipo de gasto puede ser más elevado durante la juventud que en la vejez, pero no significa que el adulto mayor no se capacite en alguna disciplina, oficio o arte. Como existen tantos centros de jubilados donde enseñan distintas tareas, muchos se adhieren a la nueva experiencia de aprendizaje con personas de su entorno y edad. 

Generalmente, los centros de jubilados ofrecen un servicio gratuito o piden una cuota mínima que puede ir descontada de la misma obra social del jubilado. Pero también hay instituciones o academias privadas que brindan capacitaciones más especializadas, como diplomaturas y seminarios con entrega de certificados. En estos casos, sí representa un gasto personal para el adulto mayor.

  •  Gastos “Vida eterna”: servicio de sepelio y entierro.

Por último, aunque resulte incómodo pensar en la propia muerte, es muy necesario planificar incluso el mejor escenario posible ante esa eventualidad tan natural de la vida. Si bien es un gasto único orientado hacia una finalidad, debe estar incluido entre sus gastos personales y, de ser posible, comenzar a planificarlo desde la juventud o mediana edad.

Pensar en cómo y dónde desea que descansen sus restos no es una cuestión menor para tomar a la ligera, no solo por usted sino por sus seres queridos que lo despedirán terrenalmente pero lo seguirán acompañando cuando lo visiten en su última morada. Así que no escatime gastos en planificar el servicio de sepelio y entierro que le dé paz y bienestar a su alma.

En términos generales, teniendo en cuenta cuáles son sus gastos personales más significativos dividiéndolos en categorías, le resultará más fácil y provechoso organizar dichos gastos para planificar la vejez de la mejor manera, a fin de que pueda mantener una mejor calidad de vida durante ese tiempo, hasta el fin de sus días y más allá de la vida también..