El momento de la muerte de un familiar cercano es tan difícil de sobrellevar que implica enfrentarse a un manojo de emociones encontradas que solo el paso del tiempo logra atenuar y generar alivio. Por eso no es casual ni extraño experimentar un estado emocional de desasosiego frente a la dura tarea de organizar un funeral paso a paso.
En este sentido, organizar un funeral paso a paso es más que un acto solemne de honra fúnebre, implica un proceso abrupto de desapego con la persona fallecida que choca con la realidad percibida mientras la persona estaba viva. Incluso cuando la muerte de ese familiar o persona cercana fuera esperada en un lapso de tiempo inminente, nunca se está del todo preparado para dar un adiós definitivo a su presencia física.
Sin embargo, precisamente porque nunca olvidamos a nuestros seres queridos cuando parten hacia el más allá es que debemos hacer de la despedida un acontecimiento digno de su memoria, a fin de que llegado el fin de su estadía en el plano físico, el difunto sea despedido como una figura célebre y rodeado de sus afectos.
Por este motivo, no hay que dudar ni consumirse en pena a la hora de organizar un funeral paso a paso, ya que usted le está brindando un tributo, un último adiós, que es la mejor demostración de cariño y homenaje que puede ofrecerle en esa circunstancia tan adversa para los vivos, pero de indescriptible paz para los muertos.
En este artículo le explicamos a continuación cómo organizar un funeral paso a paso para que ningún detalle quede librado al azar y sea este rito fúnebre, más que un evento que inspira tristeza, un acto de renovación espiritual.
El primer paso necesario para organizar un funeral paso a paso es elegir la funeraria que vaya a contratar para que le brinde los servicios de sepelio y entierro/cremación. Deberá tener en cuenta una serie de variables antes de hacer la elección, como por ejemplo, las prestaciones que ofrece en relación con el costo que va a significar aquella inversión.
Recuerde que se trata de garantizar el descanso eterno de su familiar y su tranquilidad. Así que evalúe un buen equilibrio entre calidad y costo. Alternativas hay muchas, pero en esta decisión, tenga en cuenta también la última voluntad del fallecido y acomódese a ello. Si su familiar deseaba ser cremado, pero amaba la naturaleza, una buena opción puede ser enterrar sus cenizas en un cementerio ecológico.
Acto seguido, una vez elegida la funeraria, deberá notificar al encargado de la misma sobre el fallecimiento, al igual que a los demás familiares. Puede optar por hacerse presente en el lugar y hablar personalmente con la persona encargada, llevando los documentos correspondientes, como certificado de defunción del fallecido, cédula o documento de identidad, libro de familia, etc, o bien, realizar el trámite vía online.
Ahora bien, una vez que le concedieron la primera entrevista con el encargado de la funeraria, especifique el tipo de funeral que espera para proporcionar el último descanso a su familiar fallecido. En este punto, aténgase a la última voluntad del difunto por encima de sus propios deseos.
¿Era una persona tradicional y quería ser enterrado íntegramente dentro de un féretro? ¿O más bien prefería que el fuego consumiera sus restos? No olvide que cada servicio tiene costos diferentes.
Siguiendo con lo que mencionamos anteriormente, deberá asumir que cada servicio tiene un costo diferente, por lo tanto, usted seleccione el servicio que se ajuste tanto a la última voluntad de su familiar fallecido como a su presupuesto real para afrontar el funeral.
Aunque parezca increíble, los funerales con entierros tradicionales son de las opciones más costosas por el trabajo que implica preparar el ataúd y el cuerpo para que pueda permanecer sin corromperse el mayor tiempo posible, un proceso artificial que se contrapone al desarrollo sustentable de muchas empresas en la actualidad.
Para organizar un funeral paso a paso es muy importante que exista un responsable que corra con los gastos del mismo. Al respecto, el difunto puede haber dejado en su testamento una suma destinada a su propio funeral, y si no fue así, alguien de la familia deberá hacerse cargo o repartirse el gasto entre toda la familia.
Aquí en este punto debe planificar la ceremonia notificando a las personas que desea que asistan al velatorio y entierro y/o cremación. Será un evento de carácter solemne, pero no carente de emoción y buenos recuerdos compartidos con familiares y amigos del fallecido.
Posiblemente, si opta por un velatorio tradicional, la funeraria le asigne una sala velatoria donde permanezca el cuerpo en su ataúd, ataviado de tal manera que los invitados puedan darle el último adiós acompañando el cajón las horas previas a ser conducido hasta su última morada.
En tanto que si decide por la cremación, los familiares y amigos esperarán a que los hornos de cremación terminen el proceso de incineración del cuerpo y las cenizas le sean entregadas en una urna para que dispongan su destino final.
Por lo general, en los entierros tradicionales, se avisa con anticipación a los invitados dónde tiene lugar el funeral del fallecido y estos concurren al establecimiento por sus propios medios. Sin embargo, a la salida y cuando el cadáver va a ser trasladado a su último retiro, se permite que una comitiva integrada por familiares y amigos del fallecido escolte al coche fúnebre.
Por último, el paso final para organizar un funeral se completa con la publicación de un obituario, que es un comentario a modo de breve biografía de un difunto reciente, escrita, generalmente, por un familiar cercano. El obituario intenta dar un recuerdo del contexto, la trascendencia pública y el significado de la vida del recién fallecido.
También se lo conoce como necrología o necrológica y debe distinguirse de una esquela o aviso fúnebre, el cual es un anuncio pagado y redactado por los miembros de la familia, y publicado en un periódico o varios, ya sea por la misma familia o por la casa funeraria.
En conclusión, para organizar un funeral paso a paso, debe primero elegir la funeraria más adecuada para brindarle los servicios fúnebres que solicitó el difunto antes de morir, y luego planificar la ceremonia junto con la previa notificación e invitación a allegados del fallecido, a fin de que todos tengan la posibilidad de despedirlo de la manera más digna y amorosa posible.