Conozca en este artículo los principales síntomas de depresión por duelo, sus características generales y el tratamiento a seguir para superarlos.
El proceso del duelo tras la muerte de un ser querido es una de las circunstancias más difíciles y angustiantes de sobrellevar para una persona, y es muy frecuente que derive en síntomas de depresión por duelo, al no poder hacerle frente al dolor de una manera razonable.
En el ámbito de la salud mental, la depresión por duelo es una de las patologías más complejas de diagnosticar y tratar, porque no solo se manifiesta a través de una gran variedad de formas, sino que es bastante complicado establecer una causa específica que la genere, aunque no es difícil suponer que frente a la pérdida de un ser querido una persona puede desarrollar síntomas de depresión como mecanismo de defensa ante el sufrimiento.
Sin embargo, no es lo más frecuente que las personas desarrollen depresión después de haber perdido a un ser querido, ya que su grado de incidencia en las personas que atraviesan un duelo es relativamente azarosa. Cuando los primeros síntomas de depresión por duelo se hacen presente, es recomendable siempre consultar con un especialista para tratarlo.
El objetivo de este artículo es definir la depresión por duelo, ayudar a reconocer los principales síntomas que la manifiestan y cómo afrontar su impacto de la mejor manera posible.
Aunque puede parecer que existen diversos tipos de depresión, intentar una clasificación de estas puede ser complejo de abarcar, sobre todo porque cualquier tipo de clasificación se utiliza para describir en detalle cada uno de los casos. Pero esto no implica que existan distintas clases de patologías mentales, más allá de algunas características comunes.
En este sentido, la depresión por duelo no responde a una alteración mental sino más bien a un estado transitorio de la persona afectada por un proceso de duelo complicado. Desde esta perspectiva, la depresión por duelo se puede experimentar de diferentes maneras, según la forma en que vive la persona que enfrenta usualmente una situación dolorosa o de angustia que predispone el surgimiento de síntomas de depresión por duelo.
A continuación, enumeramos los dos síntomas clave que suelen manifestarse de forma habitual en las personas que sufren depresión por duelo.
Este síntoma no se relaciona directamente con la tristeza, si bien es una emoción bastante frecuente y normal durante el proceso de duelo. Sin embargo, no es inherente y exclusiva del duelo por muerte, ya que un porcentaje importante de personas desarrollan otra clase de síntomas como incapacidad de sentir placer.
Aunque la tristeza se confunda con este síntoma, no son lo mismo. La incapacidad de sentir alegría surge de forma automática y no se relaciona con la manera de pensar de una persona. Por lo tanto, no serán las personas más existencialistas o nihilistas las más propensas a sufrir anhedonia (displacer), ya que se trata de un sentimiento de naturaleza totalmente irracional.
La falta de iniciativa o abulia también se manifiesta de una manera similar. Su aparición no se debe a la falta de motivación por hacer las cosas, sino que responde asimismo a otro síntoma más de la depresión por duelo que no tiene explicación racional.
Así como la falta de motivación normal puede obedecer a un problema en particular, como la carencia de algún elemento que permite realizar la actividad por la cual la persona está desmotivada, la falta de iniciativa por duelo no tiene una causa subyacente, pero el solo hecho de sufrir una pérdida puede justificar parte del sentimiento inexplicable de encontrarse visiblemente desmotivado/a.
El tratamiento de los síntomas de la depresión por duelo debe ser realizado por profesionales de la salud mental, los cuales serán los encargados de emitir un diagnóstico de forma personalizada. Si bien la sensación de tristeza tras la muerte de un ser querido puede parecer en gran medida a padecer un estado de depresión, no necesariamente significa que se trata de depresión.
Antes de autodiagnosticarse con depresión, es primordial que en primera instancia aguarde la valoración del especialista que trate su caso. Por otra parte, en algunos casos, será recomendable alternar la psicoterapia con el tratamiento farmacológico, mientras que en otros casos, no.
En última instancia, deberá saber que los medicamentos alivian los síntomas, pero no harán que el mal se aleje, por lo que vivir dependiendo de la medicación no es la solución para curar la depresión. En su lugar, la terapia psicológica puede proporcionar una mejor asistencia emocional para aceptar la muerte de un ser querido y ayudar a reinsertarse en la vida cotidiana.
Hacer terapia es una manera efectiva de trabajar satisfactoriamente el proceso de duelo y una alternativa mejor aún para tratar los síntomas de la depresión, cuyo objetivo final es la aceptación de la pérdida para liberar de una vez la carga patológica del duelo por muerte.
En conclusión, los síntomas de la depresión por duelo no entrarían dentro de la clasificación de tipos de depresión patológica, pero sí permiten realizar cierta caracterización para diferenciar las manifestaciones emocionales típicas del duelo por muerte.
En la mayoría de los casos, la depresión no es una respuesta exclusiva del duelo, pero en lo que sí se presenta, la acción más recomendable para la persona afectada es iniciar un tratamiento de terapia psicológica, combinada, en menor medida, con terapia farmacológica para reducir el impacto de los síntomas más agudos.