En este artículo, le contamos las características, ventajas, desventajas, costos y mucho más sobre los procesos de inhumación y cremación.
La muerte es una instancia natural e irremediable de la vida que sucede desde que el universo se constituyó como tal. Nos ocurre a todos y cada uno de nosotros pasaremos por ese tránsito tarde o temprano. De la misma forma que también hemos tenido que despedir a un ser querido.
Nadie está realmente preparado para dejar ir a un ser querido, pero es necesario detenerse a pensar y conversar sobre la forma en que serán dispuestos los restos de los difuntos. Puede darse respetando su última voluntad o decidiendo por ellos, en el caso de que la muerte los haya sorprendido sin expresar a sus familiares cómo quería ser despedido.
Existen dos alternativas conocidas para honrar a los difuntos: la inhumación y la cremación. Ambas tienen su adhesión, ventajas y desventajas. La primera puede considerarse el método tradicional, mientras que la segunda es la tendencia que está cobrando preferencia en los últimos años.
La propuesta para este artículo es explicar las características y procesos de cada una de estas opciones, sus beneficios, desventajas y costos, a fin de ayudarle en la decisión definitiva, según sus necesidades, creencias y preferencias.
La inhumación consiste en el enterramiento de un cadáver, mientras que la cremación es la incineración del cuerpo hasta reducirlo a cenizas. La principal diferencia entre ambas técnicas radica en que en la cremación no se produce la descomposición del cuerpo como sí se produce en la inhumación.
En consecuencia, el proceso de la cremación es mucho más rápido que el de la inhumación ya que demora demora apenas unas cuantas horas, en cambio, la inhumación puede demorar entre 15 y 50 años en descomponerse el cuerpo.
Otra diferencia evidente entre cremación e inhumación es que una urna con cenizas se puede trasladar fácilmente de un lugar a otro, incluso se puede esparcir las cenizas en el exterior. En tanto que el ataúd con los restos mortales sin incinerar se inhumará en un cementerio, donde permanecerá para siempre, a menos que se produzca la exhumación.
Cabe destacar también que de las cenizas no se puede extraer material genético para hacer análisis, como sí se puede realizar del cuerpo en descomposición. En este sentido, la inhumación es un método mayormente utilizado para determinar ADN póstumo de compatibilidad genética.
Podemos encontrar diferentes ventajas en la cremación por el hecho de que es un método limpio y rápido que casi no deja residuos, es decir, no ocupa mayor espacio que el de una urna trasladable, y no genera tanto impacto a nivel ambiental.
Veamos ahora una por una todas las ventajas.
La cremación es más económica que la exhumación. Por consiguiente, suelen ser la opción ideal para las familias que no cuentan al momento con una cantidad alta de presupuesto o que carecen de un seguro por defunción.
Evita el proceso de putrefacción de los restos, al tiempo que evita la posible propagación de virus y enfermedades.
Las cenizas de un ser querido pueden ser trasladadas fácilmente de un lugar a otro. Y además, esta práctica está aceptada por la mayoría de las religiones.
Así como la cremación posee ventajas, no está exenta de algunas desventajas, que es necesario revelar para evaluar los costos beneficios a la hora de elegir entre las dos alternativas.
Esta alternativa no permite extraer ADN de los fallecidos para su análisis en el futuro ni someter al cuerpo a investigaciones futuras, ya que precisamente no hay un cuerpo del cual extraer material biológico. Esto impide que puedan efectuarse investigaciones científicas en caso de que las circunstancias de una muerte sean dudosas.
Aunque es una práctica comúnmente aceptada por la mayoría de las religiones, la iglesia católica siempre se mostró dudosa a aceptarla, privilegiando la alternativa tradicional de inhumación del cuerpo en cementerios y otros lugares sagrados. Pero esto no significa que prohíba la práctica, solo insta, en el caso de que la persona creyente elija la cremación, a depositar las cenizas en un lugar sagrado.
Es una práctica aceptada por la mayoría de las religiones y conlleva en sí misma mayor solemnidad ritual por las instancias que atraviesan su proceso, desde la velación hasta la ceremonia final del enterramiento.
Aquí enumeramos las desventajas que presenta la inhumación y, básicamente, las razones principales por las que más personas se están inclinando por la cremación.
La principal desventaja es la del precio, ya que a los gastos propios del funeral y el enterramiento hay que sumar el mantenimiento, en especial, la sesión del nicho o tumba.
El proceso de inhumación implica que los restos mortales se queden en un solo lugar, por lo que se torna más complicado honrar la memoria del fallecido al modo tradicional para los que viven lejos. En cambio la urna se puede trasladar a cualquier parte.
Sin duda, una de las mayores desventajas de la inhumación es el espacio que ocupa el cuerpo, un espacio considerable de un cementerio que cada vez se puebla más y es demasiado el tiempo que tarda el cuerpo en descomponerse como para que los restos se reduzcan a huesos a enterrarse en un osario común.
Como ya se dijo, la cremación es más económica que el entierro, puesto que en la inhumación se debe pagar el tanatorio, cementerio, ataúd, coche fúnebre, parcela, coronas funerarias, etc.
La pandemia de Covid-19 ha traído cambios en los precios total de ambos servicios, por lo que el valor se encuentra oscilando constantemente. Sin embargo, es importante mencionar que en el año 2019, el valor de una cremación y otros servicios rondaba entre los $500 USD, mientras que la inhumación, ataúd y otros recursos tenían un valor aproximado de $1000 USD
Para finalizar, diremos que independientemente de las elecciones, deseos y creencias de la persona fallecida y de la familia, las dos alternativas son igualmente efectivas y cumplen el objetivo de honrar al ser querido tras la muerte.
Las personas muy creyentes pueden sentirse impulsadas por mantener los ritos de la inhumación, mientras que los que tienen un criterio más práctico se decantarán por la cremación, además de considerar el poco tiempo en que se concluye el proceso y que los familiares pueden sentirse más “conectados” con el alma del difunto teniendo las cenizas cerca, en lugar de tener que trasladarse a un cementerio.
En definitiva, los dos métodos son válidos y están disponibles para garantizar el descanso eterno de nuestros seres queridos fallecidos.