Palabras para un sepelio: ¿Cómo realizar el discurso funerario?

Palabras para un sepelio: ¿Cómo realizar el discurso funerario?

Conozca en este artículo la mejor forma de expresar palabras para un sepelio, a fin de elaborar un correcto discurso funerario que agregue valor al otro.

La mayoría de las veces perdemos las palabras en momentos de mucha angustia, sobre lo que deberíamos decirle a una persona que ha perdido a un ser querido. Incluso para nosotros mismos es difícil encontrar las palabras adecuadas para despedirnos de una persona que abandona este mundo. 

Cuando las palabras parecen estrangularse en la garganta, los silencios hablan por sí mismos. Sin embargo, llega un momento en que será necesario hablar y manifestar algo hacia la persona doliente, que espera de nosotros una mínima palabra de aliento frente a la adversidad que ha sufrido. 

Con el objetivo de saber expresar las palabras para un sepelio que atenúen la pena por la pérdida, en este artículo proponemos algunas ideas para realizar un discurso funerario efectivo y empático con el dolor del otro.

Importancia de las palabras para un sepelio

Las palabras para un sepelio impregnadas de afecto y dichas en el momento justo pueden representar un aliciente inestimable para sobrellevar la pérdida de un ser querido, por lo que nunca debemos escatimar el elogio como parte de nuestro discurso para esa persona que siente el vacío de la ausencia. 

El elogio, entendido como un discurso pronunciado en homenaje a un ser querido fallecido, es la mejor manera para despedirlo, compartiendo historias y anécdotas en su honor.

Si hablar en público puede ser un desafío para la mayoría de las personas, pronunciar palabras para un sepelio puede ser un desafío mucho mayor de lograr por lo que conlleva. A menudo, las personas cuando se encuentran atravesando un mal momento, ya sea por la muerte de un familiar o por un problema de difícil solución, necesitan que alguien escuche y diga palabras de aliento. 

Quizá no lleguen a ayudar realmente, pero las palabras para un sepelio emitidas con respeto y misericordia, causarán un impacto positivo en quien las escucha. El elogio de la persona fallecida y las demostraciones de afecto para la familia son las mejores acciones que puede realizar para levantar el ánimo del doliente, porque se dará cuenta que no está solo y que puede contar y confiar en su persona. 

Además, el proceso de duelo hace que los dolientes se pongan más sensibles, por lo que no demostrar empatía con estas personas puede hundirlas más en el dolor. Es en los peores momentos, como en un duelo por muerte, que necesitamos estas palabras de afecto para que no se sienta tan pesada la carga.  

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¿Cómo escribir un discurso para un sepelio?

Ante la duda de cómo transmitir adecuadamente las palabras para un sepelio, a continuación, hemos seleccionado una serie de pasos para escribir un discurso para un sepelio de la mejor manera posible.

  1. Recopila anécdotas.

En un primer momento, es importante para todo discurso o contenido la fuente con la que vamos a contar, y en el caso de un discurso de sepelio las anécdotas del fallecido son el mejor material del que puede disponer para enriquecer todo el contenido. Recordar las anécdotas en vida del difunto ayudará a los familiares a vivenciar esos recuerdos tan preciados y valorarlos de una forma distinta tras la ausencia.

Un viaje, el nacimiento de sus hijos, una reunión familiar o de amigos, el casamiento o un compromiso son instancias de la vida de toda persona que están cargadas de anécdotas. 

Asimismo, pueden existir anécdotas fuera de esos eventos que son tan cotidianos y entrañables, como levantarse temprano un domingo pensando que es lunes y despertar a la misma hora a toda la familia. Este tipo de recuerdos divertidos relajan el ánimo y, generalmente, revitalizan a una persona agobiada por la pena de un duelo.

  1. Elija un tono determinado.

El tono del discurso también es importante, por lo que las palabras para un sepelio deben emplear un tono solemne pero no forzado. Tiene que ser amigable para que el interlocutor no sienta que está preparado para cumplir su fin y nada más. Muestre empatía, la mejor cualidad que puede manifestar por las personas que atraviesan un duelo o mal momento general. Significa ponerse en el lugar del otro y cultivar la paciencia y el respeto. 

  1. Planifique lo que dirá.

Improvisar en algunos casos puede generar resultados efectivos pero también inesperados, porque al no preparar el discurso de antemano, se corre el riesgo de que no salga según lo esperado, ya que la improvisación está sujeta a demasiadas variables, sobre todo internas: manejar las emociones y nervios durante la pronunciación del discurso sin una estructura previa.  

  1. No se extienda. 

Hay un dicho que dice: “lo bueno y breve, dos veces bueno”, lo que no deja de ser verdad. Procure ser solemne, empático, humilde, afectuoso, contenedor, pero tampoco se extienda más allá de lo necesario. Como es un discurso con temática fúnebre, es conveniente no abusar de las emociones que genera hablar de la persona fallecida.

Por esta razón, el discurso debería incluir una introducción donde expresa por qué estamos todos convocados y nombrar al difunto. Luego, debería ahondar en la personalidad del fallecido, destacar sus valores y logros, para pasar, a continuación, a la parte más amena del relato, en la que se cuentan las anécdotas y memorias más felices. Para finalizar, se pueden agregar unas palabras de agradecimiento a los asistentes por su silencio y respeto. 

En síntesis, las mejores palabras para un sepelio son las que se dicen desde el corazón, con respeto, empatía y solidarizándose con la persona que ha sufrido la pérdida de un ser querido. Si bien muchas veces las palabras sobran en momentos de dolor, nunca está de más expresar algo positivo que les ayude a sentirse mejor.