Sin duda, el surgimiento de los cementerios ecológicos en todo el mundo significó un cambio de paradigma para la concepción tradicional sobre el fallecimiento de un familiar, puesto que hasta el momento, solo eran conocidos dos métodos para garantizar el descanso eterno de nuestros difuntos. Uno de ellos es el sepelio común con sepultura del cuerpo contenido en un féretro de madera. El otro es la cremación y entrega de las cenizas.
Pero si bien ambas formas constituyen alternativas eficaces que dan respuesta satisfactoria a las necesidades imperiosas ante la contingencia de la muerte de un familiar, se dejan de lado otros factores importantes que inciden, tanto a nivel sociocultural como económico y medioambiental, y no olvidemos la parte emocional de cada persona atravesada por una pérdida semejante.
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Por este motivo, y en respuesta a tantos interrogantes sobre la sobrepoblación de nichos en los cementerios tradicionales y la contaminación producida por la creciente tendencia de los últimos tiempos a esparcir las cenizas al aire o al agua, nace la iniciativa de los cementerios ecológicos. Una alternativa diferente y natural enfocada en preservar el medio ambiente, permitiendo que los difuntos retornen a la unidad de la naturaleza.
De esta forma, los cuerpos ya no son encerrados en ornamentados ataúdes de madera, por lo que se evita la deforestación. Tampoco son embalsamados, impidiendo que los gases tóxicos emanados de esta operación química contaminen aún más el ambiente.
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Sobre la base de estas características orientadas a redescubrir la importancia de los espacios naturales, destaca Parque de la Paz, un cementerio ecológico en Ecuador, del cual estaremos hablando a continuación.
Parque de la Paz es un cementerio ecológico en Ecuador que ha resignificado la manera de brindar servicios funerarios, alejándose de los métodos tradicionales y costosos para incorporar en su lugar las urnas biodegradables para almacenar las cenizas o restos mortales de las personas.
Es, a todas luces, una forma mucho más práctica y sustentable para el medio ambiente, ya que permite a los restos descomponerse naturalmente junto con la urna biodegradable, que está fabricada también de materiales orgánicos, mezclándose con la tierra a través de nutrientes para alimentar a nuevas formas vivientes como los árboles que se plantan en memoria del familiar fallecido.
El objetivo de Parque de la Paz es ofrecer servicios funerarios y compartir con la familia un futuro programado, a fin de que no los sorprenda la adversidad de la muerte sin haber planificado el descanso eterno de sus familiares fallecidos.
Parque de la Paz ofrece distintas alternativas y soluciones en servicios funerarios, entre los que se cuentan una funeraria y crematorio con sus respectivas salas velatorias y urnas, y también se destacan los camposantos, que son los parques destinados para ofrecer un reposo eterno a los restos o cenizas de sus familiares fallecidos, en parcelas de terreno reservadas para proveer nutrientes a un árbol por cada difunto.
Parque de la Paz posee una larga trayectoria de 25 años ofreciendo servicios fúnebres a las personas que necesitan despedir a un familiar fallecido. Nació siendo una organización que brinda servicios de sepelios tradicionales en cementerios parques, y con el tiempo se adhirió a la nueva tendencia de los cementerios ecológicos, implementando modalidades naturales de enterramiento.
Estos servicios fueron incorporados por Parque de la Paz, a fin de que hubiese una alternativa natural disponible de un cementerio ecológico en Ecuador para todos los que estuvieran interesados en contratarlo. Además ya habían logrado un éxito considerable otros cementerios ecológicos inaugurados en otros países del mundo, como Inglaterra, Estados Unidos y Colombia.
Árbol de Vida es un producto de Parque de la Paz que surge como proyecto ecológico y sustentable para el medio ambiente, que además permite a los familiares del fallecido rendirle un tributo de transformación ontológica, al asumir una concepción más amigable de la muerte, donde la misma no signifique el fin irremediable de la vida humana sino el resurgimiento de una forma vital diferente pero no menos valiosa.
El árbol de Vida representa esa nueva forma adoptada y adaptada de lo humano, que cumplió su ciclo en este mundo. La vida humana se desprende, se libera finalmente del envase del cuerpo físico para regresar a su origen inmortal en unión con la naturaleza.
De esta manera, además de ser un servicio que reduce el impacto ambiental y los costos de implementación, es una elección emotiva y espiritual que invita a creer en una vida más allá de la muerte, quizá no como nos enseñaron de niños, pero una vitalidad ultraterrena al fin.
Para concluir, diremos que esta nueva modalidad de descanso eterno para nuestros difuntos llegó para quedarse. Y hoy en día tenemos la fortuna y tranquilidad de contar con un cementerio ecológico en Ecuador, como es Parque de la Paz, que le garantiza un remanso seguro para enfrentar el duelo de la mejor manera posible.