Como hemos visto, la planificación financiera puede ser elaborada tanto por una empresa importante que persigue ciertos objetivos específicos para su crecimiento, como por una persona que necesita poner en orden sus finanzas en determinado momento de su vida, que puede ser cuando se aproxima la vejez, una etapa en que las personas ya desean organizar su capital o ahorros, a fin de decidir qué destino tendrán sus finanzas cuando ya no estén en este mundo.
Este concepto surge en Estados Unidos a principios de los años 70, en respuesta a la necesidad de considerar todos los aspectos que puedan influir en las finanzas, ya sea de una persona o una empresa.
El proceso de planificación financiera comprende 4 etapas:
El objetivo de la planificación financiera es la elaboración de un plan de finanzas para sacarle el mayor provecho posible al dinero que se tiene ahorrado. Para tal fin, en el proceso de planificación financiera deberá trazarse un plan minucioso y detallado del estado actual financiero y de las consecuencias positivas y negativas que su manejo supone a corto, mediano y largo plazo.
Por supuesto no existen planes perfectos y en todos pueden surgir imprevistos de diferente naturaleza, pero poder estar alerta o anticiparse antes que ocurran le otorgarán conocer con más precisión el estado de sus finanzas y así poder dar soluciones puntuales a los problemas que se vayan presentando, para liberar de obstáculos el camino que los guiará hacia el cumplimiento de los objetivos.
No puede alcanzarse objetivos si no se establecen plazos de tiempo en en que estos pueden alcanzarse. A veces no se cumplen esos plazos por diferentes motivos, pero la idea es buscar por todos los medios posibles lograr esos objetivos respetando los plazos impuestos.
Se refiere a la identificación de las diferentes partidas necesarias para conseguir resultados satisfactorios: inversión en renta fija, variable, selección de fondos, planes de pensiones, etcétera.
Como todo proyecto que se fija objetivos, hay que procurar no desviarse de los mismos. Para esto, deberá medir y controlar racionalmente las decisiones financieras.
En relación con su alcance temporal, podemos distinguir rápidamente dos tipos de planificación financiera:
La planificación financiera es una herramienta importante no solo para las empresas sino también para las personas en general que necesitan, por ejemplo, definir en qué pueden invertir su capital, como objetivo específico a alcanzar en determinado periodo de tiempo. involucra la toma de decisiones sobre cómo administrar mejor las finanzas a partir de un presupuesto no exento de riesgos o limitaciones.
Implementar la planificación financiera le permitirá tener un mayor control de sus finanzas, estableciendo un orden de los objetivos que piensa lograr con la inversión o movimientos de ese capital, en caso de que le ocurra una desgracia, así sus familiares no quedarán desamparados, tapados de deudas o con un papeleo burocrático de nunca acabar para poner al día todo lo que no hiciera en vida.
Por último, la planificación financiera lo ayudará a planificar su vejez y también su propia muerte, por ejemplo, contratando un servicio de sepelios integral, cuya última morada le garantice a sus familiares la tranquilidad de saber que sus restos descansarán en un entorno de naturaleza y paz.
Como habrá notado, son diversas las oportunidades que se le ofrecen desde el momento que decida realizar una planificación financiera de su capital, que usted puede administrar según los objetivos que mejor se adecúen a sus necesidades y las de su familia. Si las grandes compañías se preocupan por ejecutar este proceso manejando importantes recursos financieros para alcanzar objetivos comerciales, usted también podrá hacerlo a una escala más reducida pero, probablemente, más segura.