Sabemos que no es precisamente el mejor año ni, incluso, la mejor época, pero debemos sobrellevar del mejor modo el tiempo de pandemia, atendiendo a nuestras necesidades psicoemocionales y orgánicas. Aunque parezca una utopía, la búsqueda de un mayor bienestar y calidad de vida es posible y no requiere grandes esfuerzos ni gastos. ¿Te gustaría experimentar ese cambio en unos simples pasos? Te invito a continuar la lectura del artículo.
Por naturaleza, las costumbres de los ecuatorianos se diferencian de las de otros países latinoamericanos en que le prestan una especial atención a la familia y a las actividades recreativas, como una forma de ponerle un alto a la rutina laboral, ya que esta no deja de ser desgastante, aunque haya una predilección natural a disfrutar con mayor libertad de los momentos de tranquilidad.
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En Ecuador el impacto de la pandemia fue muy agresivo y en pocas semanas los hospitales quedaron colapsados, mientras se decretaba de urgencia una cuarentena obligatoria, con el objetivo de frenar la ola de contagios que estaba saturando la ocupación de camas.
Como medida preventiva, se impuso la distancia social y la necesaria permanencia en las casas con el menor contacto posible. De este modo, la gente que disfrutaba de las reuniones familiares y sociales en sus casas o al aire libre se vio impedida a realizarlas.
Desde que se instaló la pandemia, se incorporó al vocabulario hispano la construcción de “nueva normalidad”, que significó la modificación de muchos o la mayoría de los hábitos que valoran los ecuatorianos. Sin embargo, te estarás preguntando ¿de qué manera afecta esta nueva normalidad al bienestar y calidad de vida en Ecuador?
En este contexto, la mayoría de las actividades laborales, al no poder desempeñarse dentro de las respectivas oficinas o instituciones que implique concentración de personas, tuvieron que adaptarse al “home office”, y las reuniones laborales efectuarlas desde zoom o aplicaciones similares para realizar videollamadas con un grupo numeroso de personas.
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Sin embargo, ¿dónde quedaron las recreaciones de los ecuatorianos que utilizaban como catarsis para mitigar la rutina si ahora la rutina es permanente y las recreaciones se eliminaron por tiempo indefinido de la agenda ecuatoriana?
Aunque las actividades al aire libre estén restringidas, aún tienes otras alternativas para explorar. A continuación, te ofrecemos una guía resumida de ideas que puedes implementar para lograr un mayor bienestar y calidad de vida.
Si se rompe la escisión entre la rutina laboral y las actividades caseras, podemos hacernos un simulador del tiempo que utilizábamos trabajando en nuestras oficinas para delimitar mejor nuestro tiempo hoy, evitando trabajar de más o “procrastinar” innecesariamente cuando estamos trabajando.
De esta forma, no se mezcla el trabajo con el ocio y, a la vez, gozamos de realizar nuestras actividades en la seguridad del hogar y en un entorno puramente familiar.
Una buena alimentación es la base de una buena salud, por lo que debemos priorizar el espacio dedicado a nutrir nuestro organismo de la manera más adecuada posible. Esto significa que ingiramos alimentos saludables, bajos en contenido calóricos, pero ricos en proteínas, vitaminas y minerales.
Agregar más frutas y verduras a la dieta favorece la digestión, a la vez que mejora el rendimiento. Se debe evitar el uso excesivo de azúcares y el sodio, también el consumo en exceso de cafeína y, sobre todo, las comidas “procesadas”. Hay que retomar el hábito de hidratarse mucho, en especial en pleno auge de las enfermedades respiratorias.
Una de las dificultades del encierro obligatorio es la falta de actividad física, pero, con un poco de imaginación, podemos elegir un espacio de nuestra casa; si tenemos un patio o una habitación amplia donde colocar una colchoneta, mejor. Allí podemos hacer estiramientos, abdominales, sentadillas, tabla o simplemente relajación.
Si tienes una buena conexión de internet, puedes descargar tutoriales de rutinas de ejercicios prácticas, rápidas y fáciles de hacer, que puedes elegir hacer al comienzo del día o en un horario que te sea cómodo y que no se interponga con tus otras actividades.
Caminar también es un excelente ejercicio (quizá el mejor), que puedes aprovechar, teniendo en cuenta los protocolos sanitarios, cada vez que salgas de tu casa para efectuar las compras hogareñas.
No hay que olvidar dedicar un espacio del día o destinar el fin de semana para el esparcimiento, que puede incluir entre la lectura de nuestro libro preferido, escuchar música, ver series o películas o hacer videollamadas con amistades. También resulta una opción muy enriquecedora reservar unas horas semanales para compartir charlas y experiencias con la familia.
A medida que las restricciones de aislamiento se vayan flexibilizando, podrás recuperar libertades, pero mientras tanto estas tácticas para sobrellevar la pandemia y mantener el bienestar y calidad de vida, te ayudarán a no debilitar tus defensas frente, no solo al Coronavirus, sino a cualquier patógeno que ande circulando.
Algo similar ocurre con la salud emocional, aunque en lugar de ser debilitada por virus y bacterias, suele ser dañada a menudo por el consumo de información tóxica, negativa y sensacionalista, que solo genera más pánico.
Es tiempo de resetearnos y orientar nuestros hábitos hacia lo sano. En cada uno reside la búsqueda de elegir aquello que le aporta bienestar y calidad de vida en una época en que la salud es un valor sumamente preciado.